El Barça muere en la orilla en Kaunas.
El Barça rozó la remontada en Kaunas, pero acabó muriendo en la orilla. El conjunto que entrena Sarunas Jasikevicius se fue al descanso nueve puntos por debajo y acabó perdiendo después de que un excesivamente dubitativo Tomas Satoransky fallara in extremis una última canasta, tras robo de Cory Higgins, que podría haber otorgado el triunfo. Keenan Evans (18 puntos, 16 de valoración), Edgaras Ulanovas (22 de valoración) y el ex azulgrana Rolands Smits (15 puntos) llevaron el delirio al Zalgirio Arena (73-72).
En un Zalgiris tremendamente intenso, tanto Ulanovas como Smits ya dejaron muy claro que iban a reclamar gran parte del protagonismo de una primera parte absolutamente demoledora. Los azulgrana, tras el arreón inicial lituano, lograron ir respondiendo uno por uno a los golpes e, incluso, tuvieron la opción de marcharse al segundo periodo mandando por la mínima. Higgins, no obstante, no tuvo el acierto mostrado poco antes por Rokas Jokubaitis, capaz de firmar con un triple el momentáneo 20-19 que marcó el final del cuarto.
En el segundo periodo, en cambio, los locales casi no dieron opción. Ulanovas siguió firmando registros más que destacables y Smits, por su parte, se cobró su particular venganza con dos triples consecutivos que cristalizaron en una primera máxima ventaja (38-29). El Barça contestó con un parcial de 0-6 e, incluso, rozó la igualada con un triple fallado en última instancia por Nikola Kalinic.
«No podemos ganar con esta actitud»
Los lituanos, con todo, a pesar de ponerse relativamente pronto en bonus, se fajaron en defensa, desesperaron a Sertac Sanli en la zona y fuera de ella y, a la postre, devolvieron el parcial gracias, sobre todo, a una acción de tres más uno de Evans que envió el partido al descanso con un contundente 44-35, por mucho que Satoransky firmara varias acciones destacadas.
Jasikevicius, en la pausa, fue más que claro. «No podemos ganar con esta actitud», clamó el técnico ante los micrófonos de DAZN. El Barça necesitaba un revulsivo. Y lo encontró, sobre todo, en la figura de un Higgins (con Jan Vesely el mejor, tras anotar 10 puntos y lograr un 19 de valoración) que sería determinante para que los barcelonistas lograran plantarse en el último cuarto con una exigua ventaja de un punto (55-56). El parcial, 11-21, invitaba a soñar.
Pero el Zalgiris, lejos de dejarse noquear, capeó el temporal y, con las oportunas reapariciones de Smits y Evans, respondió para forzar un final apretadísimo en el que a los visitantes, al final, les pudo el mal de altura. Nico Laprovittola no fallaría desde la linea de tiros libres para poner a los suyos a sólo un punto de la remontada definitiva, a ocho segundos del final. Higgins lo hizo aún más épico, con un robo de libro. Pero a Satoransky, en el momento de la verdad, se le apagaron las luces y el Barça cayó de nuevo en Lituania (73-72).