Productores de Chignahuapan buscan innovar para rescatar a la esfera mexicana.
Los productores de esferas en Chignahuapan, en Puebla, han tenido que optar por diversas alternativas para poder seguir liderando el mercado en México ante la expansión de la producción proveniente de China, la competencia local, la pandemia y la inflación.
Entre sus nuevas alternativas está la producción de esferas de plástico o la venta de su producto a través de canales en línea, acciones que cambiaron drásticamente la tradición.
Este nuevo producto también ha representado un reto para la empresa, ya que tuvieron que encontrar la forma de entregar la misma calidad en pintura y decorado que en la esfera de vidrio. Para esto tuvieron que invertir en maquinaria para la producción y platinado de la esfera de poliestireno, que se puede pintar y decorar casi igual que una esfera de vidrio soplado.
Con este impulso de la venta de plástico, el Castillo de la Esfera espera poder recuperar los acuerdos que tenía con grandes cadenas como Sears y Liverpool, ya que aseguran su mercancía desde Chignahuapan a toda la república.
Actualmente su producción es 80 por ciento de vidrio y 20 por ciento plástico aproximadamente, pero destacan que esto podría cambiar dependiendo la demanda del consumidor.
Aunque han notado que la original sigue siendo la favorita, pues no han dejado de impulsarla con talleres, visitas guiadas a la fábrica y nuevos modelos como el agregar una fotografía, modelo que en una de plástico no se puede realizar.
Pero a pesar de estas iniciativas, la situación económica actual y la llegada de grandes volúmenes de esfera oriental al país han impedido a los productores de Chignahuapan crecer. Por lo que entre los proyectos de Francisco Tirado están unirse con otros productores mexicanos de objetos navideños, como los pinos y las nochebuenas para impulsar sus productos o en todo el país.
“Hay que unirnos entre empresas mexicanas que ya tengan también esa logística de venta (…) hay que hacer una sinergia para que el producto mexicano pueda llegar a diferentes partes”, afirmó.
Pero la producción china no es la única que afecta en Chignahuapan, algunos productores incluso afirman que uno de los principales inconvenientes es que el principal sustento del municipio es la producción de esferas.
Esto genera más competencia en donde actualmente hay más de 300 talleres, panorama casi imposible para el desarrollo de pequeñas empresas.
“Cerca de un 40 o 35 por ciento sufrimos de plagio por año, por lo menos uno, pero nosotros estamos un paso más adelante ya que desde enero y febrero enfocamos nuestra mente en producir cosas nuevas y estar en la vanguardia”, afirmó.
Para Olvera también fue difícil la venta de su producto tras la pandemia, por unos meses tuvieron que cerrar y para seguir operando optaron por la venta en línea en toda la República.
Al principio fue difícil ya que al ser frágil, perdió en ese momento el 35 por ciento de su venta con reposiciones de los que llegaban en mal estado, pero con el tiempo ha encontrado mejores proveedores de transporte que ha impulsado su iniciativa.