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Innovación en Chignahuapan, clave para salvar empleos.

Campanas, globos aerostáticos y hasta piezas que simulan talavera son productos de innovación en el municipio de Chignahuapan para no dejar morir la fabricación de 90 millones esferas y la tradición de más de medio siglo, ante la constante amenaza en el mercado de los productos asiáticos, que no abarcan solo una temporada, sino todo el año.

Los más de 400 talleres que se albergan en este lugar generan alrededor de 22 mil empleos y una derrama económica de 300 millones de pesos al año, cifra que se ha mantenido por al menos cinco años sin contar el 2020 y 2021 debido a la pandemia de coronavirus.

Esta demarcación ubicada a dos horas del Centro Histórico de Puebla se aferra a la principal actividad económica: la elaboración de esferas. Y ahora también a la producción de artículos para la decoración de los hogares, tales como centros de mesa, adornos para las paredes, entre otros.

Si bien a este lugar se le conoce como el municipio donde siempre es navidad debido a la fabricación de artículos navideños como las esferas de cristal, esto no ha sido suficiente para mantener los talleres, pues los artesanos se han encontrado con un obstáculo, los productos de importación son una fuerte competencia para ellos, ya que la producción es mayor y los costos son mucho menores.

De acuerdo con Alonso Álvarez, uno de los dueños del taller de esferas “El Artesano”, se ha buscado dar un plus a la elaboración de éstas, pues el 60 por ciento no tienen una temática navideña y son atemporales, mientras que el 40 por cierto se limitan meramente a la época decembrinas.

La principal razón es que se trata de un arte que puede ser utilizado en todo momento, por lo que con ayuda de estos nuevos productos es que se han mantenido y han crecido los talleres. Además de que no se deja en el olvido esta tradición que empezó desde 1965, con el ingeniero químico originario de Tlalpujahua, Michoacán, Rafael Méndez Núñez.

Ya no solo utilizan el vidrio y la pintura, sino que también incluyen materiales como naturaleza muerta, madera y luces, que no se enganchan meramente con la navidad.

Detalló que cuentan con lámparas de noche, búhos decorativos, centros de mesa, adornos colgantes para la sala, comedor y hasta la cocina, que a simple vista solo son un ornamento, pero que llevan detrás el proceso de elaboración artesanal.

“Fue una evolución gradual que se dio, lo que estamos buscando es crear productos que ya sean de decoración de interiores, obviamente conservando el sello del proceso o el protocolo artesanal”, refirió.

Los precios también se han adaptado para tener la aceptación de la gente, pues los productos tienen un costo de 60 pesos en adelante a fin no ser un gasto importante para el bolsillo de los clientes.

Calidad como defensa de los productos

Alonso Álvarez recalcó que el producto chino ha ido ganando terreno en cualquier sector, no obstante, para que el producto final haga que el cliente se decida por el artículo local es la calidad de los mismos.

Destacó que la pintura a mano alzada es todo un arte, ya que se realiza pieza por pieza, lo que hace que cada uno de los productos sea diferente al que alguien más compró y con ello se transmita “la magia a través del vidrio”.

La elaboración desde cero también es fundamental para poder distinguirse, ya que quienes se suman al taller deben tener pasión por lo que hacen y contar con una técnica para realizar las piezas y decorados.

“Hay muchos otros compañeros que están buscando esta alternativa de hacer productos atemporales con lo que puedan decorar sus interiores todo el año para que no suceda lo que anteriormente era un factor clave que digamos frenaba la solvencia o la posibilidad de los talleres de poder producir. Estamos buscando que tanto producción como venta estén a la par durante todo el año”, dijo.

Se introducen en la producción de esferas plásticas

La elaboración de las esferas prevalece desde hace 57 años, no obstante, ante una constante actualización de productos y materiales los artesanos han buscado realizar esferas de plástico como los productos chinos.

German Lozada, quien desde hace 25 años se dedica a la fabricación de esferas, explicó que la actividad ha tenido dificultades, pues aunque se preparan para vender estos productos en la temporada fuerte que empieza desde agosto, no siempre se obtiene lo esperado, a menos que se vendan a través de pedidos. Esto se debe a que los clientes buscan adornos más económicos o incluso más comunes.

Es así que para fortalecer los talleres y no dejar perder la única fuente de ingresos para muchas familias chignahuapenses crearon nuevos artículos a base de material de plástico, pues éste es más resistente y hay quienes buscan estos productos.

Para producir una esfera de cristal una persona tardaría cinco minutos si el diseño es complejo, sin embargo, para hacer una figura de plástico es un máximo de un minuto y medio, esto sin contar la decoración de las mismas. No obstante, no se observan de la misma manera, pues su color es distinto o no son tan llamativas.

Aun con lo anterior, existe una demanda de este tipo de artículos y algunos talleres han comprado máquinas especiales para realizar estas esferas, pero esto significa un gran sacrificio, puesto que la herramienta no es nada barata. El precio de una máquina es de casi medio millón de pesos, y no todos cuentan con ese monto, mucho menos quienes tienen un negocio pequeño.

“La esfera china siempre ha existido, lo que nosotros hemos hecho es innovar productos nuevos que no tienen competencia con los de China, porque no han sacado productos parecidos a los nuestros, es un distintivo de lo hecho en México”, opinó.

Por su parte, Arturo Amezcua, encargado de ventas del Castillo de la Esfera resaltó que también han buscado comercializar figuras de plástico, no obstante, es costoso poder realizar esferas que se vean como las de cristal, pues para ello deben adquirir material virgen, ya que solo de esa forma es que quedan brillosas, pues se les puede dar el platinado para después agregarle otro color o diseño.

No obstante, desde el Castillo de la Esfera también buscan aprovechar los desechos de plástico para reciclarlos y con ello hacer figuras no solo de navidad, sino que puedan ser decorativas en cualquier temporada del año.

Esto tiene una desventaja, pues el proceso de pintado se vuelve opaco y solo pueden hacer diseños que vayan de acuerdo con esto. Por tanto es que persisten con la elaboración de esferas de cristal, pues son un referente, ya que Chignahuapan y Tlalpujahua, en Michoacán lideran la producción de esferas a nivel nacional.

¿Cómo se realizan las esferas?

Para entender por qué son valiosas las esferas es necesario conocer el procedimiento de su elaboración, pues se trata de un arte hecho a mano que adorna las casas de los mexicanos y en algunos casos de extranjeros.

El primer paso es el globeo, en el que los artesanos con ayuda de un soplete calientan una varilla de cristal a más de 200 grados para que puedan separar una parte denominada bulbo, ésta se vuelve a calentar y posteriormente soplan hasta darle la forma y el tamaño indicado.

Pueden ser campanas, estrellas, globos, piñas, corazones, manzanas, entre otras formas. Todo empieza desde ahí.

Tras este etapa se lleva a metalizar las esferas, en donde a través de una maquina se les pone un líquido que como su nombre lo dice las hace parecer de metal, esto es fundamental para que al pintarlas brillen.

Una vez que ya se secaron pasan al área de pintado en donde comienza parte del diseño, puesto que hay algunas que meramente son de un solo color y otras que se pintan solo la mitad.

Después sigue el decorado, en donde los artesanos plasman cada detalle a mano, ahí se deja volar la inspiración y la precisión, ya que con pinceles van dibujando en cada una de las esferas, ya sea que se vuelvan figuras de personajes de películas o se conviertan en la simulación de la talavera.

Como último detalle se les colocan accesorios si es que es el caso, de lo contrario se empaquetan para ponerlas a la venta.

Al ser un proceso delicado por el que pasan las esferas, es complicado que puedan exportarse, aunque no resulta imposible, ya que de acuerdo con los artesanos consultados por esta casa editorial hay quienes piden envíos a Canadá, Estados Unidos u otros países, pero es en menor medida en comparación con la compra nacional.

Por tanto es que poco a poco evolucionan en cuanto la producción de nuevos productos para que las familias mexicanas consuman lo hecho en Puebla.

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