La FGE de Puebla debe actuar con más empatía en los casos de desapariciones forzadas
La situación de desapariciones forzadas en Puebla ha alcanzado niveles alarmantes, con cerca de 8,500 casos registrados en los últimos ocho años, lo que coloca al estado en el octavo lugar a nivel nacional. Esta problemática ha causado un profundo dolor en las familias de las víctimas, quienes enfrentan no solo la angustia por la desaparición de sus seres queridos, sino también la falta de respuestas por parte de las autoridades.
A pesar de los esfuerzos de colectivos como «La Voz de los Desaparecidos», que agrupan a personas que buscan a sus familiares, la respuesta institucional ha sido insuficiente. María Luisa Núñez, fundadora del colectivo, comenzó su búsqueda tras la desaparición de su hijo y ha denunciado la indiferencia y falta de apoyo de las autoridades, lo que refleja una brecha significativa en la atención y el apoyo a las víctimas de desapariciones forzadas.
La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla ha sido ampliamente criticada por su falta de sensibilidad y de acción efectiva en estos casos. Los familiares de los desaparecidos han señalado la burocratización de los procesos y la revictimización a la que son sometidos durante las investigaciones, lo que agrava aún más el dolor de la situación. A pesar de la creación de la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada, el avance en la resolución de estos casos sigue siendo insuficiente.
Es urgente que la FGE tome una postura más proactiva y empática, trabajando de la mano con los colectivos y las familias para garantizar una búsqueda eficiente y un proceso investigativo transparente. Mejorar los protocolos de búsqueda, capacitar a los funcionarios y ofrecer un trato digno a las víctimas son pasos cruciales para restaurar la confianza en las instituciones y asegurar justicia para quienes han sufrido la desaparición de un ser querido.
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