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Así forjan el acero para crear armas de fuego en Zacatlán, Puebla.

En el Pueblo Mágico de Zacatlán de las Manzanas, una familia poblana ha trabajado por más de 100 años en la innovación industrial. A la fecha, son la única empresa dedicada a la fabricación de armas de fuego con todos los permisos del gobierno, sin embargo, también ha expandido su negocio con el sello Trejo a nivel internacional, lo cual impacta en diferentes sectores industriales y modifica la vida laboral de la Sierra Norte de Puebla.

Con sus inicios en la elaboración de armas durante la Revolución Mexicana, los fundadores de lo que se convertiría en las Industrias Trejo marcaron el camino para cuatro generaciones más de soñadores, creadores y visionarios de la industria mexicana. Por su posición geográfica escondida entre los bosques de la Sierra Norte de Puebla, un grupo de la milicia mexicana se asentó en Zacatlán, donde el primer integrante de la familia Trejo comenzó a involucrarse en la elaboración y reparación de armas de fuego para las batallas de 1910.

En entrevista para MILENIO Puebla, Gabriel Trejo Márquez, quien actualmente encabeza Industrias Trejo, narró que un tío abuelo se involucró en la maestranza y después participó en la creación de la presa de Necaxa, como el resto de su familia que se vio envuelta en la historia de la Sierra Norte de Puebla. Con el paso de los años, su abuelo Gabriel Trejo Ángeles se incorporó a la maestranza y utilizó parte de sus conocimientos para comenzar a acuñar monedas de la época.

Cuando acabó la Revolución mexicana, la familia Trejo comenzó a involucrar a más de sus miembros a la industria del acero, por lo que estableció su primer taller armamentista en la zona centro del municipio de Zacatlán.

Don Gabriel Trejo Ángeles quedó al frente de aquel primer taller formal y a lo largo de su vida tuvo cinco hijos, entre ellos Abraham Trejo Solís, quien desde temprana edad se vio atraído por la labor de sus antepasados. No obstante, los tiempos cambiaban a pasos agigantados y la familia tuvo que aplicar nuevos métodos para continuar vigentes en la industria.

A la par, las armas quedaban a un lado, por lo que la familia Trejo comenzó a trabajar en la elaboración de maquinaria industrial para productos a base de manzana, alambiques de licor, herramientas para la producción de maíz, molinos y tostadores de café, entre otros. De esta manera crearon una de las fábricas o talleres con un catálogo de productos más extenso de todo Puebla.

Los años avanzaron y la familia Trejo creció y se convirtió en una genealogía de creadores que no se detenía con el paso del tiempo. Abraham Trejo Solís, hijo de don Gabriel, comenzó a saber todo sobre el oficio del manejo del acero para la creación de diversos productos; sin embargo, también tuvo la curiosidad por conocer lo que significaba realizar un arma como las que producían sus antecesores. Por ello, a escondidas de su padre y durante el tiempo libre, Abraham comenzó a fabricar su propia pistola, trazó su propio diseño y se las ingenió para realizar los mecanismos necesarios para el funcionamiento del dispositivo y de más.

No obstante, en su propio taller, pocas cosas podían escapar de la vista de don Gabriel y un día descubrió la creación de su hijo y aunque Abraham pensó que su padre le limitaría, fue todo lo contrario, pues le brindó tanto su apoyo como sus conocimientos. Gracias a esto, a lo largo de dos años, logró fabricar un total de 10 pistolas marca Trejo y adquirió los conocimientos suficientes para comenzar una nueva línea de mercado de armas, con el logotipo característico de la familia con una manzana representativa de Zacatlán.

La búsqueda de crecimiento trajo consigo la necesidad de regular esta labor, por lo que las armas de Industrias Trejo fueron presentadas ante el presidente Miguel Alemán, quien dio visto bueno a los artefactos de la familia y ordenó que se otorgaran los permisos en cuanto se garantizara la seguridad del taller, trabajadores y operadores de las armas, por lo que se abrió un panorama industrial en Zacatlán.

La construcción de maquinaria especializada para la elaboración de armas en masa, capacitación de personal y la contratación de más de 100 personas de la región fue el inicio de una innovación a nivel global. Junto con la creación original de armas calibre .22 milímetros, Abraham Trejo demostró la capacidad de la pistola que se convertiría hasta la fecha en la metralleta más pequeña de todo el mundo, ya que tiene una función automática y de disparo en ráfaga, artefacto que popularizó de inmediato las armas de esta familia poblana.

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